By Rubén Morales Lara -
La Trampa Gráfica Contemporánea está por cumplir 10 años. El taller, fundado por Ernesto Alva y César Antonio López, es un espacio para la experimentación, desarrollo y exploración de la gráfica. La idea surgió de la necesidad de tener un espacio para generarse un autoempleo y producir libremente. A lo largo del tiempo empezaron a trabajar en el taller diferentes artistas, la mayoría de la generación de los fundadores, pero poco a poco se han sumado artistas muy interesantes de otras generaciones.
A los dos años de inaugurado el taller llegué yo. Antes de sumarme a La Trampa trabajaba como coordinador de proyectos artísticos del espacio cultural Casa Vecina. A lo largo de mi gestión siempre me interesó mostrar los procesos artísticos que conlleva la creación de una obra de arte. Cuando llegué a La Trampa me sorprendió mucho el hecho de que este proceso se daba de manera muy natural aquí, ya que las ideas, los procesos creativos y la conclusión de una obra fluían en tiempo y espacio. A pesar de esto, la gente de fuera de algún modo ve a La Trampa como un lugar que hace cosas abstractas, seguramente es porque la obra personal de Ernesto y la mía se realizan en ese campo de investigación plástica. Sin embargo, en La Trampa hacemos mucho más que cosas abstractas. Nos cuestionamos todo el tiempo sobre los procesos creativos, métodos de impresión y de grabado, y reflexionamos sobre la gráfica, la estética y la materia. Esto ha dado forma a la identidad que tiene el taller hoy en día.
Es muy gratificante ver que este espacio no solo funciona como laboratorio de creación plástica o gráfica, sino que ha ido evolucionando a la par de una generación. Además, es interesante ver cómo artistas que iban conmigo y con Ernesto en la escuela, o que conocimos aquí en La Trampa en un periodo muy temprano, ahora son miembros del Sistema Nacional de Creadores y han ganado diferentes reconocimientos nacionales e internacionales. Sin querer buscarlo, hemos sido parte de la creación de una comunidad de artistas muy reconocidos.
México es un país con una tradición gráfica inigualable, pues hay una estética muy particular relacionada con el arte gráfico mexicano. Nosotros, sin embargo, cuestionamos ese estilo, pensando y reflexionando mucho sobre nuestra tradición y cómo ésta sirve para darle nuevas salidas a propuestas gráficas contemporáneas. Por eso es importante que artistas grabadores vengan a trabajar con nosotros, a la par de artistas de diferentes disciplinas artísticas y de diferentes generaciones. Sus propuestas refrescan el pensamiento gráfico de toda nuestra comunidad. Queremos que este cuestionamiento sobre el medio de la gráfica se vuelva una herramienta de conocimiento y sirva a futuras generaciones para que se continúen desarrollando nuevas propuestas con sus propios lenguajes y metodologías.